Inadmisible cierre de la Biblioteca

El sábado pasado me llegó un e-mail de una persona, usuario habitual de la Biblioteca Municipal, en el que se queja amargamente de la decisión que ha tomado el Ayuntamiento de cerrar este servicio por las tardes a partir de hoy, día 18 de julio, y durante un mes entero. De ser cierto, esto supone que todos los usuarios de la Biblioteca van a verse privados de la posibilidad de acudir a las salas de lectura y estudio en horario de tarde hasta que se vuelvan a abrir.

Según este mismo comunicante (del que no tengo motivos para dudar), desde el Ayuntamiento se justifica la medida en la falta de fondos para pagar a una persona que atienda el servicio durante este mes. Huelga decir que si no hay dinero será porque se ha gastado en otras cosas y, haciendo memoria, me viene el recuerdo de la frase lapidaria de Antonio Granero, ex-concejal de Cultura, en uno de los últimos Plenos de la pasada legislatura, cuando afirmó que la programación del Teatro Río se había contratado sin su permiso, que le habían cogido 48.000 Euros de sus partidas presupuestarias sin su autorización, y dejando esquilmados los fondos del departamento de cultura.

Aquí puede estar la explicación, en parte, a este cerrojazo: hubo que pagar mucho dinero para traer el "Hoy no me puedo levantar" (a partir de hoy, tampoco vas a poder leer ni estudiar en la biblioteca). Pero mi compañero de corporación, Arturo Domenech, en su último artículo, ofrece otras pistas donde buscar el dinero que falta.

Mi comunicante piensa que Ibi no se merece algo así. Y mucho menos se lo merecen una gran cantidad de personas que están actualmente preparando exámenes y que se van a ver más tiradas que una colilla. Reproduzco sus mismas palabras: "En este momento de austeridad económica, donde no hay trabajo, donde las posibilidades son pocas, si encima nos quitan la posibilidad de tener un sitio donde venimos a prepararnos para conseguir mejorar y así intentar cumplir nuestros objetivos, ¿qué es lo que nos queda entonces?".

Y añado algunas otras consideraciones:
  • Me parece lamentable e incomprensible la supresión de este servicio, así como la falta de información, con la antelación suficiente, a los usuarios afectados.
  • Denuncio alto y claro la falta de voluntad política de los Concejales responsables para buscar otras fuentes de financiación, sea a través de la Diputación o sea desviando fondos de otras partidas, toda vez que no se requieren cantidades millonarias.
  • No me parece de recibo que hoy en día se cierre una Biblioteca simplemente porque no haya sustituto para el trabajador que se coje sus vacaciones.
  • Ibi necesita más centros cívicos abiertos, que hagan las veces de centros de estudio.