Foto tomada del blog fotosantiguasdeibi.blogspot.com |
Pero uno de los fenómenos migratorios que creo más interesante y que algún día, posiblemente sea objeto de estudio en las universidades, es el de los heladeros. Hace ya más de 100 años que muchas familias originarias de Ibi se instalaron, temporal o definitivamente, en infinidad de ciudades y poblaciones españolas. Algunos de los establecimientos, la mayoría denominados "La Ibense", forman parte de la historia de esas localidades y, de cuando en cuando, nos encontramos alguna referencia en la prensa.
Es el caso que me pasó ayer, cuando, gracias al sistema de alerta de noticias que tengo organizado con Google, encontré esta entrevista publicada en el Diario Sur:
LA GRANIZADA
«Me comería cinco helados todos los días»
Los helados de Lauri tienen fama en toda España. En 2012, la empresa malagueña cumplirá 60 años abierta al público. En 1952, Eliseo Lauri, que procedía de la alicantina Ibi, llegó a Málaga con su mujer y con sus hijos y abrió el establecimiento, que hoy sirve a la práctica totalidad de chiringuitos de Pedregalejo y El Palo. Su hija Consuelo lleva al frente de la heladería de calle Juan Valera, «la de toda la vida», desde que tenía 12 años. ¿Cuántos? Secretos de mujer.
-¿Por qué de Ibi a Málaga?
-Cosas de la vida. Mi padre trabajaba en su tierra natal, y no precisamente en nada relacionado con las heladerías, sino en un taller de bicicletas. En los años 50 la cosa estaba difícil y decidió buscar nuevos horizontes. Estuvo en Córdoba, donde aprendió el oficio de heladero, aunque algo traía de nuestra tierra, donde tienen tanta tradición, y se vino a Málaga, donde abrió una pequeña heladería aquí, en Juan Valera, en Pedregalejo, en 1952. Y aquí seguimos...
[Seguir leyendo la entrevista en su fuente original]
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