La primera reflexión que me viene a la cabeza es ¿ha valido la pena esperar hasta este momento? Desde que empezó a hablarse del caso Gürtel se adivinaba que apuntaba directo a la cúpula del PP valenciano. Había demasiadas evidencias como para negar la implicación de políticos de relevancia en la trama del Bigotes&Cía. En aquel momento se tendría que haber tomado una decisión dura, aunque posiblemente menos de la que se ha tenido que tomar ahora, y mandar a su casa a todos los que aparecían implicados en el caso. Eso no hubiera supuesto cuestionar su presunta inocencia, pues de eso se encargarán los jueces. Eso hubiera supuesto algo tan simple como admitir la responsabilidad política derivada de un asunto tan grave.
Hace unos días, algún comentarista de este blog lo decía muy claro: todo un Ministro de Justicia español tuvo que dimitir por cazar sin una licencia adecuada y recordemos todos que Rajoy centró toda la precampaña de las elecciones gallegas en ese asunto. Por no hablar de la dimisión de una Ministra alemana a la que se le descubrió usando el coche oficial para venirse de vacaciones a España. Hablamos en todos estos casos de responsabilidad política, no de responsabilidad penal. Hablamos de dar ejemplo a los ciudadanos, de ser honrados y, además, parecerlo. Hablamos de que sobre un político que lleva el título de Molt Honorable, no puede haber la más mínima duda. Alguien en el PP ha debido explicarle a Francisco Camps que no se
Insisto en que el comportamiento de los dirigentes del PP valenciano contrastan con lo que estamos viendo estos días en relación al caso de las escuchas ilegales practicadas por los periodistas de Murdoch en Reino Unido. A los pocos días de conocerse el escándalo, todo un Primer Ministro com Cameron aparece ante los medios y dice que "lamenta" haber contratado como director de Comunicación a una persona implicada en el asunto. Ese lamento público es mucho más de lo que se ha escuchado a Camps, Ricardo Costa, Federico Trillo y Rita Barberá juntos.
La huida hacia adelante no siempre es una buena opción. Con su defensa aparentemente numantina, el PP valenciano ha conseguido dejar en evidencia a su lider nacional y convertir a nuestra Comunidad en el hazmerreir de toda España. Ese "sacrificio personal de Camps", que es como pretenden vender la dimisión, llega demasiado tarde y creo que la larga sombra del caso Gürtel seguirá persiguiendo a Rajoy en los próximos meses, pues os recuerdos a todos que no son solo cuatro trajes.
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