Sin embargo, hace tiempo que la ciencia demostró no solo la existencia de las tormentas solares, sino los perniciosos efectos que éstas provocan, especialmente sobre los satélites artificiales. Durante estos últimos días, y en fuentes solventes, he leído algunas noticias interesantes relacionadas con las tormentas solares. Al parecer, los efectos de las tormentas solares ocurridas en los últimos días han comenzado a llegar a la Tierra y podrían alterar algunas telecomunicaciones por un día (los operadores de las redes eléctricas trabajan para evitar interrupciones en el suministro de energía, pero algunas telecomunicaciones por satélite y los Sistemas de Posicionamiento Global podrían afrontar problemas).
Lo anterior era confirmado ayer por el diario "El Mundo", según el cual científicos del Gobierno de Estados Unidos advirtieron a los usuarios de equipos satelitales, de telecomunicaciones y eléctricos que se preparen para posibles interrupciones de los servicios debido a tres grandes explosiones solares registradas en los últimos días. "La tormenta magnética que pronto se desarrollará probablemente esté en el nivel de moderado a alto", dijo Joseph Kunches, un científico en el Centro de Pronósticos del Clima Espacial, una división de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por su sigla en inglés).
Sin embargo, no todo son problemas. Las tormentas solares tiene otro tipo de consecuencias: las auroras boreales. Leí en Microsiervos que uno de los efectos que pueden tener estas recientes erupciones solares es la de la aparición de auroras polares en latitudes en las que estas no son del todo habituales, como ha sucedido estos días a causa de las grandes erupciones registradas en el Sol. Estas imágenes que os dejo son sólo un par de ejemplos, pero en la cuenta de @El_Universo_Hoy hay más ejemplos enlazados.
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