Ayer hubo una rueda de prensa en el Ayuntamiento en la que Miguel Ángel Agüera informó a los medios acerca del auto de sobreseimiento provisional dictado por el Juzgado en el asunto de Serafines.
Desde que se conoció la apertura de Diligencias Previas contra Agüera por un presunto delito de malversación de caudales públicos, he intentado mantener una actitud respetuosa con la labor de la justicia, absteniéndome de hacer manifestaciones públicas en relación a un asunto que está "sub iudice". Sin embargo, las actuales circunstancias me obligan a dar un mínimo de información y, al mismo tiempo, ofrecer una versión de los hechos diferente a la contada en la rueda de prensa.
Efectivamente, la semana pasada se me notificó un Auto en el que el Juez de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Ibi resolvía sobreseer provisionalmente las actuaciones. Para ello, el Juez copiaba literalmente la opinión del Fiscal, según el cual "...la irregularidad subsanada a través de la modificación presupuestaria supone un reparo de legalidad que atiende al pago para evitar un perjuicio a tercero, dinerario que fue posteriormente restituido por el adjudicatario por lo que no ha habido perjuicio alguno para la causa pública" (no se preocupen los lectores si no lo entienden, yo tampoco). Vaya por delante que he presentado Recurso de Reforma y subsidiario de Apelación, convencido de que la resolución es contraria a derecho, correspondiendo finalmente a la Audiencia Provincial confirmar o corregir la decisión del Juez de Ibi.
Sin embargo, cualquiera que haya seguido de cerca este procedimiento comprenderá mi perplejidad ante el citado Auto, toda vez que no distingue entre los hechos imputados a Miguel Ángel Agüera y los imputados a Ana Sarabia. Y alguien dirá ¿qué tiene que ver Ana Sarabia en todo esto? Pues tiene bastante que ver, pues en su momento el Juzgado ordenó tramitar de forma acumulada dos procedimientos aparentemente relacionados:
1º.- Unas Diligencias Previas abiertas contra Ana Sarabia a resultas de la denuncia formulada por Antonio Granero cuando hubo que proceder a un reconocimiento extrajudicial de créditos, necesario para que el Ayuntamiento pudiese atender de forma correcta el pago de facturas pendientes por servicios contratados por Ana Sarabia sin seguir el procedimiento legalmente establecido.
2º.- Unas Diligencias Previas abiertas contra Miguel Ángel Agüera a resultas de la denuncia que yo mismo formulé ante el Fiscal Anticorrupción a consecuencia de la decisión de pagar facturas por obras en la Masía Serafines en contra del criterio del Interventor Municipal, que había formulado un claro reparo de legalidad al respecto. El Fiscal, en su informe, consideró que se podía haber cometido un delito de malversación de caudales públicos.
Desde que ambos procedimientos se pusieron en marcha, se ha practicado numerosas pruebas, siento interrogados los imputados y numerosos testigos. Además, se han recabado informes del Ayuntamiento y de otras empresas, existiendo indicios de, como mínimo, abundantes irregularidades cometidas en distintas áreas del Ayuntamiento. Sin embargo, insisto en que son dos los expedientes que se investigan y dos los presuntos responsables, motivo por el que resulta un tanto sorprendente la forma en la que se pretende poner fin a la tramitación, dicho esto con todos los respetos para el órgano judicial.
Esperaré pacientemente la resolución de mi recurso y guardaré silencio hasta entonces. Evidentemente, si la autoridad judicial decide que en esta materia no hay delito y que procede archivar las actuaciones, yo no puedo hacer nada más que acatar dicha decisión. Ahora bien, entiendo que he cumplido con mi obligación y seguiré observante para denunciar cualquier indicio de actividad delictiva que observe en la actividad municipal.
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