Detritus organico defecal televisivo

El titular me llamó la atención: Telecinco logra robar a La 1 el liderazgo en las audiencias. Resulta que Telecinco, con una cuota media de pantalla del 15%, fue en junio la cadena más vista, arrebatando el liderazgo que ha mantenido durante diez meses La 1, que se sitúa en segunda posición (14,6 por ciento) seguida de Antena 3 (11 por ciento), según datos de Kantar Media difundidos por Barlovento Comunicación. "Supervivientes" figura entre las emisiones más vistas de Telecinco.

Pensé que se trataba de una broma, o de un error, pero no. Veo muy poca televisión y la mitad del tiempo me lo paso haciendo zaping por la selva de canales de la TDT (un día hablaremos de algunos de esos canales, que dan pánico), pero personalmente pienso que Telecinco, con sus vomitivos programas y sus chabacanos personajes, sea el canal más visto por los españoles, demuestra hasta donde ha llegado la incultura que predomina en este país. Constituye el fracaso más estrepitoso de todos aquellos que confiaron/confiamos un día en las posibilidades de la televisión como herramienta de divulgación de la cultura y del conocimiento.

El sábado, al leer El País, encontré este artículo de opinión de Carlos Boyero, titulado "Gente que grita" y comprobé que no era el único indignado por la noticia. Suscribo íntegramente uno de sus párrafos: Y deduces que hay que andar muy mal del tarro y de los nervios para que tanto personal esté enganchado al universo que conducen los Vázquez, Cantizano, Quintana, Campos, González y demás virtuosos de la nada. Si la televisión, como proclamaban los optimistas irredentos, supone una ventana para mirar la vida o, según los pragmáticos, un espejo implacable de la realidad, el mundo auténtico provoca tanta alergia como miedo.

Siento algo de vergüenza de vivir en un país en el que hay más gente preocupada por los bajos de la Esteban que por los problemas económicos, un país que prefiere la telebasura y un buen surtido de anuncios como banda sonora de su vida. Da la impresión de que mientras más basura se programa mayor es la audiencia (ocurre como con las moscas, que acuden donde hay más m...). Si es verdad que somos lo que comemos, quizás también tenemos el coeficiente intelectual de la TV que consumimos, lo cual explica algunas cosas que nos ocurren a los españoles.